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unhogarenlosabismos

Tío Eladio

Tío Eladio apareció una mañana de otoño en una de ls bocacalles de la zona céntrica y peatonal por donde entonces pasaba varias veces al día para ir y volver de mi trabajo. Estaba sentado en el suelo con desinhibida y casi obscena naturalidad y con cierto aire mustio y ausente en la mirada. Su imagen relampagueó en los ojos de mi memoria como una exhalación demasiado estrafalaria e inexplicable como para doderla dar crédito. No podía ser cierto que le hubiese visto a apenas un metro de mí cuando caminaba muy presuroso hacia mi oficina.

Volví con cierta zozobrae inquietud sobre mis pasos y utilicé el parapeto de una estratégica esqueina cercana para poder cerciorarme a discreción sobre el verdadero cariz real de aquella imagen o percepción estupefaciente. Sí, no cabía duda, era tío Eladio que había emergido de aquella traza harapienta y lamentable como de un antiguo y oscuro pozo del tiempo  ya pocas veces recordado, después de tantos años sin saber nada de él. Años qeu parecía qeu le huberan dado aquel extraño halo tumefacto a su expresión casi mineral de su cara, años eu parecían haber surcado por su vida con la garra ensañada y enceguecida de un vendaval implacable. Ahora aquella especie de cascajo o vaina residual de lo que alguna vez fue mi tío Eladio comparecía con los párpados caídos, en lasitud temeraria, ante la riada e peatones, que tenía que bifurcrse de súbito,, muy perpleja y sorprendida, en dos atropellados borbotones para transitar sin llevárselo por delante.  "genio y figura", me dije, "tío Eladio aun en su último hálito de vida seguro que sabría cómo saber interferir en los afanes de su prójimo más inmediato con su sempiterno delirio protagonista, siempre a que haya que tenérselo en cuenta." Presté especial atención a cómo arrastraba su mirada cerca a su alrededor por el suelo, una mirada como de simio melancólico y aturdido, como si buscara perezocísimo y descreído, entre la pisoteada suciedad de las baldosas, algún germen misterioso que explicase su demencial derrota.Unos minutos después partí raudo,  y bastante perturbado por el encuentro, hacia mi oficina. 

Cuando volví de mi trabajo a las primeras horas de la tarde no vi a tío Eladio en el mismo lugar ni en ningún otro sitio, pero me acuerdo que estimé muy robable la posibilidad de volver a verle. y al oscurecer de aquel mismo día salí a pasear con la intención de poder volver a encontrarle y, cuando aun estaba a varias decenas de metros del lugar en el qeu la había visto aquella misma mañana, me dió el corazón un respingo al observar como en ese presico punto de la calle se formaba un aturullado salto y bifurcación en la tromba de paseantes que por allí pasaban. "¡Tío eladio, rompeolas del todo Madrid y de todas las españas!", exclamé para mí, henchido por la emoción y el ataque de risa que me produjo el hallazgo.  volví a acordarme por tercera o cuarta vez en aquel día cómo en un tiempo lejano, hacía más de veinte años, tío eladio había partido de su costa natal hacia la capital del Reino con la intención de romper en ella el cascarón de sus ambiciones y sueños. 

Al llegar a su altura le observé de reojo con mucha precaución. Pero no había cuidado, tío Eladio seguía  sumido con mucha parsimonia en sus abúlicas investigaciones sobre el polvoriento suelo. Se conocía que t6odavía no había encontrado los ocultos vestigios qeu dieran razón o explicción alguna a su impresentable fracaso. Merodeé unos minutos por el lugar, ansioso y desconcertado, sin saber qué hacer o donde situarme., pero de pronto una ráfaga de aire de aqeul anochecer ventoso de otoño pareció inspirarme y entré por la pueta de una cafetería que estaba justo al lado. Una vez dentro me senté con mi café junto a una mesa pegada a una ventana desde más cómodo y a mi sbor podría contemplarle. "¡Qué barbaridad, pero cómo se le ha ocurrido colocarse precisamente ahí , justo en medio de esta enorme cascada de autómatas que irrumpe desde la plaza! Parece qeu la desgracia le haya arruinado también la última calderilla de sentido práctico qeu le qeudase. Señor, Señor... Qué vergüenza, qué vergüenza... Jam´s hubiese sospechado qeu un López-tardáguila en un estado tal de perentoria necesidad diese tan poco y tan mal de sí...¿Pero es posible que éste sea todo su ingenio ante tamña adversidad como se le ha declarado?"", pensé espantado. Luego me detuve a observar, inquieto y desazonado,  la hendidura vertical de sus mejillas, uno de los distintivos hereditarios de la fisonomía facial, que pasada cierta edad, luce la rama cántabra de nuestra familia. los López-tardáguila, es justo dar a conocer o recordar aquí, ya dese lso albores dde nuestras infancias siempre damos muestras de ser gentes dadas, con gran excitación y denuedo, a la risa más gallarda y triunfante que pueda encontrase. Pero ahora aquella prestigiosa huella genética nuestra, que siempre denotaba de forma magistral nuestro talante natural feliz y muy altivo, aqeulla misma huella, aqeulla marca laudatoria que siempre pareció distinguir como un respetabilísimo emblema de dominio y entereza a nuestra estirpe, aquella señal familiar se estaba exhibiendo en la actualdiad al mundo, como por fatal y miserable paradoja, aun más remarcada y profunda en las flacas y desasistidas mejillas de mi tío Eladio. Ahora nuestramarca familiar se había convertido en un andrajoso estigma de oprobio y perdición vergonzantes y del todo inasumible parael orgullo de nuestra sangre. No pude evitar tapar mi mejilla con mi mano con súbita angustia por si una camarera o algún viandante, por alguna casualidad (o quizá por ninguna, porque ¿quién conocía en realidad los motivos de aquella actitud  como interrogativa y curiosas en sus miradas?) , parecían fijarse en la extraña cercanía de nuestras presencias. tentaciones tuve por momentos, ante la inoperancia escandalosa con qeu mi tío afrontaba su  indigente situación,  de slir allí mismo a llamarle al orden y soltarle un par de sopapos. Pero en seguida tomé conciencia de la ridiculez e inconveniencia de mi enfado. Luego reparé más en el aire intranscendente y como simiesco de su mirada, mientras empecé a recordar las tardes ya muy remotas de los veranos que pasamos juntos en nuestra antigua granja familiar. Me recordé, por ejemplo,  como en ciertas ocasiones se limitaba a contemplar  pasar las tardes subido en un árbol hasta que el sol dejaba caer su velo púrpura que acababa por envolver su veraniega haraganería. "Sí, una especie de vocación vacacional es lo que siempre en realidad inspiró el ánimo a este malandrín, y de aquellos polvos ahora vienen estos lodos.  Aquellas actitudes, contemplaciones y ensimismamientos  no podían albergar dentro de sí un buen presagio." Pagué mi cuenta y con un suspiro, mezcla de malestar e indignación, di la espalda de inmediato a aquella cochambrosa presencia y puse paso muy ligero a mi vuelta a casa.

La mañana del día siguiente mi tío no compareció, en su calidad de trombo callejero imperturbable, a su cita con sus labores de lastre y obturación del miocardio de la ciudad. "Son los gajes de no tener oficio", me dije a modo de excusa del impresentable. "A lo mejor hoy se ha sentido un poco inútil o depreimido por no conseguir el infarto circulatorio definitivo, por no conseguir colapsar el meollo palpitante del centro de la capital. O quiz´s es qeu estos ambientes laboriosos y responsbles de las mañanas le estresen demasiado."

Pero, sin embargo, tío Eladio, por la tarde ya había ocupado su puesto y yo también había conseguido el mío junto a una mesa del café con un ventanal mucho mejor situado para poder con toda comodidad y a placer contemplarle. El tipo seguíacomo siempre absorto en su minicioso estudio del mapa de excrecencias desplegado sobre las baldosas de su alrededor. "A lo mejor, más que intentar excudriñar el trasfondo de sus malhadados pasos esté tratando de entrever su futuro, interpretando los dibujos qeu la inmundicia ha trazado con obstinación en torno a él.  Claro,  que en su caso  tampoco hace falta ser para adivinarlo un Nostradamus o un Merlín... Apenas necesita para completar  el vislumbre total de su destino más eu un certero rapaplovo tras la oreja, andrajo huero e infame, vergüenza de... Más le hubiera valido haber empleado ese minucioso tesón de contemplabaldosas en sus oposiciones a Registrador de la Propiedad hace ya más de veinte años, en lugar de andr con sus devaneos de trotamundos renacentista. Porqeu lo qeu es ahora... Para andar registrando propiedades anda éste... no sería capaz ni de oler una montaña de dinero qeu tuviese pegada a sus narices." Arrimé mi cara al cristal de la ventana para intentar averiguar qué tal andaba surtido de monedas su plato y apenas vi algún reflejo dorado entre la calderilla de monedas de cobre. Pero unos minutos más tarde casi me dio un escalofrío de orgullo y temor a la vea, cuando observé su intrepidez y pericia con que se guardó una moneda de níquel que acababa de echarle a la escudilla una señora. empecé a sentirme un tanto nerviosos y exaltado por lo qeu acababa de haber visto. Incluso por algún instante empecé a fantasear con la idea de darle una especie d pescozón de alegría dejando en su plato un billete de cien euros. Pero enseguida me alarmé ante la posibilidad de que semejante detalle de llamativa generosidad  pudiera poner en riesgo la comodidad de mi anonimato. Fui reducuendo la cifra de dinero que ofrecerle  hasta qeu llegara a un límite que me pareciera de razonable discreción. Pero al final y en aras de preservar con garantías el secreto de mi identidad me pareción qeu hasta una moneda de dos euros podría suponer un derroche de imprudencia necesaria para mí.  Al final me levanté de mi mesa mucho más animado que la noche anterior. E. incluso, al pasar a su lado,  estuve a punto de darle un espontáneo golpecito,  cuando al desgaire pasé junto a él y le eché una resonante moneda de cincuenta céntimos sobre su plato.

En el atardecer del día siguiente, que también pasé desde mi mesa del café a pocos metros del puesto de indigente de mi  tío Eladio, pude ver como en un momento sustraía del  bolsillo de su abrigo un extraño despojo mugriento del que colgaba un cordel rojo, y en el qeu creí reconocer la tripa fosilizada de un chorizo decantilpalo. Se puso aroerlo con feroz ahínco y frenesí, y más tarde se dedicó a mordisqeuar, chupar y sorber el cordel, como si estuviera dando cuenta de uan exquisita angula a la plancha o algún plato suculento similar. A punto estuve de levantarme y dirigirme a él para pedirle explicaciones sobre el destino real de mis cincuenta céntimos y de cualqeuier otro dinero que, por su sola cara de membrillo y sin dar un palo al agua, allí se hubiera arrendado.  Unos momentos después, con tanto chupeteo y succión del cordel el tonto llegó a cortarse la lengua y los labios con el distintivo comercial de hijalata del embutido y cuando se dió cuenta empezó a lengüetear y relamerse., con transtornada y enloqeucida fruicción, como si fuera un ansiosos caníbal de sí mismo, como si hubiera estado esperando toda la tarde aquella cálida salsa o  pastoso y sanguinolento condimento. y al final de su horrendo espectáculo de cacofagia se le quedaron dos berretes ocres y resecos desde las comisuras de los labios hasta su cuello. "¡Sangre López-Tardáguila!", me dije estremecido de angustia y  pavor escénicos.  "¡Y a hora punta y en el mismísimo centro de todas las españas! ¡Menudo baldón! ¡Esperemos que no pase por aquí al meno ningún conocido! Mientras, una de las camareras le contemplabacon ternura y ciertas ínfulas samaritanas... (Continuará.)

 

(Continuará.)

(Disculpen las posibles erratas o errores de cualquier tipo, pero ahora no tengo ganas de releer y corregir el relato.)  

NOTA: Lonely Flipidor no es el sobrino del Sr.  Eladio. Sólo es el escritor que ha intentado ponerse dentro del pellejo de semejante ser  impresentable, escabroso y patético.  

 

 

29 comentarios

Tu Lola -

Estimado Anónimo gracias, he dicho que no me marcharía muy lejos y aquí está la prueba.
Me halaga usted cuando opina que mi escritura hace flipar tanto como el de Lonely, que eso es muy halador,pero me parece que exagerado, que yo soy una cucarachita al lado de mi Lonely. Jamás le llegaré ni a los tobillos a mi Lonely.
¡AAAAy! me ha hecho pensar en mi Lonely y me ha salido un suspiro inevitable.
Hace mucho frío y aquí no hay calefacción, creo que me iré a la camita prontico que mañana el día me espera muy duro.

P.D. A lo mejor llevas razón fíjate y la Pamie anda metida en algún bolsillo de mi pantalón o mi blusa y entonces somos la misma, no lo sé, en lo que si coincidimos es en querer a mi Lonely. Hasta luego, a ver si ya viene la Pamie con todos sus comentarios. Un saludín que te dejaría un besín si fueras quien tu sabes.

Anónimo -

¿Quién se marcha triste , pero feliz... feliz,pero triste? ¿ Dª Lola?.
Por Dios..¿Quién es esa Pamie?
Si su personalisima persona es la primera.
Si su escritura hace flipar tanto o más que la del flipi Lonely ese que me castiga, y me castiga.
Ando yo hoy sin andar en mí, y con un sólo pensamiento martilleandome en la cabeza.

Una y otra vez, una y otra vez, vuelta y vuelta: " No pienso pensar lo que estoy pensando".
Pero pienso que estoy pensando lo que no pienso pensar, y entonces ya es que pienso de verdad.


Me voy de aquí que seguro que me echan por la puerta de atrás.
Besitos Dª Lola.

Tu Lola -

Mi querido Lonely:

He visto q eres más listo q mi gata a la hora de la comida q cuando se da cuenta q le he puesto frijoles en lugar de pepitas concentradas se da la media vuelta y se me queda mirando fijamente sin moverse del lugar hasta q le doy sus deseadas pepitas, así estás tu diciéndome que no cuela que no, que es la Pamie la que te gusta y a la que quieres de todas las ‘Lolas’, y a la que quieres oír, bien pues vale respeto tu decisión porque lo más importante para mi es que seas feliz, pero ¿sabes lo q te digo?: q no me iré muy lejos porq si veo que la tal ‘Pamie’ no te trata como te mereces, recuerda que yo no me ando con rodeos y lo tendrá bastante claro conmigo, que las ‘Lolas’ somos de piel de caña de trópico cálido: ‘flexibles pero firmes’ y que a la hora de la verdad no hay quien pueda con nosotras. Así que eso, ya sabes lo que te he dicho. Me marcho triste pero feliz digo feliz pero triste, bueno no sé ya ni lo que digo q creo q Pamie estará al llegar. Siempre te querré.

Lonely Flipidor -

¿Vas a hablar de mis cuentos, Pamie? Esto sí que es inaudito. Me has emocionado. Sólo por eso voy a hacerte una confidencia: de los cuentos aqui escritos el de "Marus" y el de "Tío Eladio" (justo los dos que he dejado inconclusos) tienen un guión muy estructurado con mucho cúmulo de tensión y muchas sorpresas. Y sus finales... sus finales... mejor no te cuento nada de sus finales. Mejor nada. No tienen que ver nada con el resto de los cuentos. Los escribí como si estiviera diseñando el plano de un edificio. Pieza a pieza, escena a escena. Nada podía estar o suceder por casualidad o porqeu sí y la situación de delirio siempre debería ir para adelante, siempre en aumento. Y como son relatos de acción me gustaría verlos en episodios de una hora, aunque la historia del tío Eladio se podría estirar y adaptar con algunos cambios a un film de toda la vida. A mí no me gusta escribir guiones. Con lo que me ha costado escribir en gótico, con metáforas y subordinadas, pues como que ya no quiero bajarme del burro.
Un besito.

Tu Lola -

Mi querido Lonely:

Y es que ahora debo ir a hacer varias diligencias importantes y no puedo quedarme porque deseo comentarte tus cuentos, vuelvo más tarde a leer los comentarios también y ya relajada.
Un beso.

Lonely Flipidor -

Nada, nada, Eugènie,

usted como si estuviera en su casa. Y no se preocupe por los celos de Lola, en muchas ocasiones no se han producido víctimas... Se está rehabilitando además...
Pero me he quedado con la sospecha de ue a Ud. le ha divertido mucho más (o sólo) mi post sobre los apuros que me hace pasar Lola en mi trabajo que el cuento... Es por lo que siempre he pensado que debería practicar mucho más la literatura erótica.

Eugènie -

ja jajajaja... yo es que me troncho con el flipidor este.

Que me troncho!!.

Este ser (había puesto hombre, porque ciertos apuntes así lo sugieren) no es de este mundo.
Andaba ¡ay de mí! sumida en una especie de nirvana, no sé si fruto de una noche alocada, o de una ilusión frustrada. Hoy no he podido ver a una "estrellita" adorada que me hace brincar cual ranita en su charquito de agua.
Andaba anirvanada , digo, sin ganitas de nada.Y es que el día ha sido hoy como un gran globo que poco a poco se fue desinflando.. Comenzó muy de mañanita con una euforia algo anormal(pero sana) ,porque sí, porque una se sentía realmente bien, henchida de vida, y deseosa de que el mundo entero se enterara..Pero, tras un par de horas el globo comenzó a perder aire... un duende juguetón le clavó una agujita, y otra, y otra , y otra y pisssssssssssss, poquito a poco el globo fue perdiendo..eso.
Después apareció un ser divino y el globo como que volvió a tomar ese aire que minutitos antes había desaparecido. Pero ¡Ay de mí! ,esta tarde el globo , pisssssssssss ha perdido todo su aire.. y estaba ahí , ahí..dejandome con la musiquita y esperando que surgiera un milagrito que me sacara de esta tontura tan "insuportable". Y hete aquí, que me da por entrar en este blog que me tiene tan pilladita como a una mosca una dulce gotita de miel.
Y sin mucha ganitas de leer entro...¡y oh milagroo!... este pedazo de flipidor me ha revolucionado las fibras y demás cables corporales.. y me ha arrancado lo que parecía imposible: carcajadas y ganitas de pegarle otra vez al chocolate...Uyyyy...¿Esto es reprochable ?. ¿ Se puede libremente expresar lo que se piensa, sin que nadie se rasgue las vestiduras , ni se te coloque la etiqueta de indecente????.
Pido disculpas, que no es mi intención violentarle D. Lonely . Perdón Dª lola...mirenlo desde el punto de vista más inocente.
Pido disculpas y doy las gracias por haber entrado aquí esta tarde, porque he vuelto a recobrar mi fuelle.He dicho.

Y al que no le guste que
se busque un globo , por Dios , y que se ponga a soplarle.
Comprensión D. Lonely y no me juzgue.

Lola -

Bueeno. Veo que no puedes más. Tápate, tápate. Tengo una entrevista de trabajo, y ya me he despachado agusto esta mañana. Ya no te incordio en un tiempo.
Pamie, te lo he dejado a huevo.


sssssss me voy

Lonely Flipidor -


Ya sé que como ya te has dado cuenta de que le has cogido el tranquillo a mi punto G no vas a parar todos los días. Te gusta demasiado ponerme cachondo y fuera de sí con tu sor Teresa, tus carmelos, los romeos, las julietas y toda esa panda de exaltados. Me quieres poner burro y burro y cada vez más burro... Me has cogido el tranquillo y ya no lo sueltas, ¿verdad? Tengo un montón de trabajo y responsbilidades hasta las 2:30 y luego tengo qeu volver, y tú sólo piensas en ver como me lo pones todo tieso y se dé cuenta todo el mundo con sólo verme la cara.
Deja a Teresa de Ávila ya, por Dios, y sobre todo a sus carmelos y a Julieta, que hace poco ya estuve en el servicio y si tengo que volver tan pronto va a quedar demasiado raro. ¡Por Dios, te lo pido...Déjalo, por favor! Dime que tengo qué decir. Si quieres me humillo en la Red y te pido perdón por lo que tú quieras delante de todo el mundo, qeu seguro qeu tienes mucha razón en muchas cosas, pero déjalo ya, por favor. Yo también tengo que cuidar una imagen por si no lo sabías. Y más en horario de trabajo.
Por favor...

Lonely Flipidor -

Es que tu metáfora es demasiado tonta, maltrecha y sin sentido (ya sé que mi casa no es el Alcázar de Toledo. Y que tu seas libertaria en algún sentido de la palabras es una idea de lo más ridícula.)

Y métete tus rajayones y zapatescos, sean rojos, verdes o azules, por donde te quepan.
Y para mujer-lagarta ya estás tú, que parece que piensas como demasiado a rastras y por debajo de las piedras.

Lola -

Ahhhh
Que no eres de aquíii
Se me olvidaba que eres un hombre-lagarto, mecachis.
¿Los de tu planeta pensáis con la cabeza, o con qué?

Anónimo -

Yo no he dicho que yo sea una libertaria ("defensora de la libertad absoluta, sin gobierno ni ley") ni que tú seas el General Moscardó (sitiado por los rojos en el Alcázar de Toledo y que aceptó el sacrificio de su hijo por el sitio del Alcázar).
Sólo era una metáfora. Que no te enteras.

Rajoy es verde, y Zapatero, rojo. Ya lo notarás en los próximos meses.

Y tú eres negro. Por eso tu negrita te abraza. Los amantes de Teruel.

Lonely Flipidor -

¿Y tú tienes buena documentación que atestigüe que Mr. Shakespeare era de este planeta? ¿Estás segura acaso de que yo lo sea? Hablas de oídas y a barruntos, querida.

Además vete a reclamar a los autores de la canción. A mí sólo se me ha pegado el estribillo. Es una pena que no pueda tarareártelo. Se te iba a derretir la cofia, de verdad te lo digo.

Lola -

Y tú no te digo lo que eres, que estamos en tu casa. Ya te lo he dicho clarito.

Lola -

Y Teresa de Ávila un genio de la literatura mística, fundadora de la Orden del Carmelo.

Lola -

Te informo:
Romeo y Julieta es una tragedia salida de la mente de William Shakespeare, un inglés muy terrenal.
Jesucristo es un palestino universal, que ha generado mucha literatura.

Lonely Flipidor -

Me gustan mucho con JB.

Las perritas calientes, digo...

Cuando estés recluída me lo dices, que moderaré mi lenguaje y expresiones. Al menos las de la mañana.

Un besito en la cofia.

Juana la loca -

Me recluyo. Me ingreso.

Lonely Flipidor -

Y además no voy a renunciar a las perritas calientes, y sobre todo en sábado, porque a ti te haya dado un síndrome de sor Teresa.
Sólo me faltaba!
Y además ¿tú tienes la seguridad absoluta de que Romeo y Julieta eran de este planeta? Pues de Jesucristo hay gente que cree que era un extraterrestre. Yo no digo nada. Me falta documentación.

Lonely Flipidor -

Lola,

estoy dudando si llevarte a los tribunales o intentar convencer a los tuyos para que te dejen pasar una longa estancia en la soledad y sosiego de un convento de clausura.

Yo no he escrito nada de "perritas calientes", difamadora, absurda, mala, mala, mala... He transcrito, que ni de coña es lo mismo, un estribillo sobre perritas calientes y Romeo y Julieta de una canción que suena en la radio y que yo escuché el otro día. Y lo he trancrito, no escrito, porque tú me hablabas de cosas de muy mal gusto e intención todavía más extraña, sobre capuletos y romeos y julietas y fords montoyas... Y total para endilgarme una película siniestra de ficciones tenebrosas e inverosímles en la que tú eras una "libertaria" (je je je...) y yo un defensor del Alcázar. Pero chiquíííllaaaaa...! ¿Cómo me dices esas cosas? ¿Por qué me las dices? ¡Y tú una libertaria...!

¡Acabáramos...! Cuando tú la vida sólo la ves en blanco y negro, en Rajoyonas y Zapatescos. Chica, chica, chica... Como sigas por ahí tendré que velar muchas armas desde las torrecillas de mis abismos. Me parecen tontas y ofensivas tus películas. Si quieres hablar de política ya sabes a qué blog puedes ir... Al del Señor de los B., que dices tú, ya sabes.

Lola -

Pamie, negrita, o quien seas, todo para tí. Has ganado.

Lola -

Tú escribes estas cosas:
no sé qué me cuenta de romeos y julietas (...)
Busco, busco, una perrita muy caliente, muy caliente que me caliente con sus tetas,
Y yo les digo, yo les digo que Romeo y Julieta no eran de este planeta"

... y me das una bofetada con toda la mano abierta.

No nos entendemos. Está claro. No tienes ni puta idea de cómo me van las cosas, ni de lo que me importa, ni de lo que siento, ni de lo que necesito.
No me entiendes nada.

Lonely Flipidor -

Pamie, Negrita, Tulola,

yo nada tengo que ver con los amores, desamores o entreamores de Lola. No soy yo quien marca su actitud conmigo. Ella obra con los demás según le van, o cree que le van, las cosas que de verdad le importan.
(Si notabais demasiadas cosas tristes o inexplicables ya conocéis su sencilla causa.)

Lola -

Me gustaría poder escribir algo como esto. No te lo dedicaría, porque no te amo, ni te odio, pero me gustaría poder escribir un poema como el 5 de Neruda.

Para que tú me oigas
mis palabras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaviotas en las playas.

Collar, cascabel ebrio
para tus manos suaves como las uvas.

Y las miro lejanas mis palabras.
Más que mías son tuyas.
Van trapando en mi viejo dolor como las yedras.

Ellas trepan así por las paredes húmedas.
Eres tú la culpable de este juego sangriento.

Ellas están huyendo de mi guarida oscura.
Todo lo llenas tú, todo lo llenas.

Antes que tú poblaron la soledad que ocupas,
y están acostumbradas más que tú a mi tristeza.

Ahora quiero que digan lo que quiero decirte
para que tú las oigas como quiero que me oigas.

El viento de la angustia aún las suele arrastrar.
Huracanes de sueños aún a veces las tumban.
Escuchas otras voces en mi voz dolorida.
Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas.
Ámame, compañera. No me abandones. Sígueme.
Sígueme, compañera, en esa ola de angustia.

Pero se van tiñendo con tu amor mis palabras.
Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.

Voy haciendo de todas un collar infinito
para tus blancas manos, suaves como las uvas.


Respecto a tu relato, me recuerda una anécdota de mi abuelo materno, que me crió durante mis primeros 20 años y era clavado al Pepe Isbert buscador de Chencho.
Se paraba a hablar con cualquiera, y un domingo llegó contando que le habían dado cinco duros porque estaba de charla con los mendigos de la puerta de la iglesia. Mi madre le montó un pollo que no veas. ¡Papá por favor! ¿qué van a pensar los vecinos de mí si te ven? ¡Ni se te ocurra aceptar dinero! Y al abuelo le daba la risa. Los mendigos supongo que no eran tan mugrosos como el tío Eladio. Qué asco me da el chorizo. No lo puedo tomar, pero no lo echo de menos.

Pamie -

No calumnies Lolita IV que yo me mantengo 'al pie del cañón', que no escriba no quiere decir que no me mantenga cuidando a Lonely, ni que no lo visite, ni no lo comprenda, ni no lo quiera. Mírate tu nomás has tenido que ponerte la 'IV', o sea, o sea, tan pendiente...jeje que eres la tropocientas.

Lolita IV -

Pues yo quisiera que me hubieras dado en la nalga, mi lounly guapo.
Estoy enamorada, echa a todas tus lolitas y quedate conmigo que soy la mas fiel y la que mas te leo.

Lonely Flipidor -

Te agradecería que no me hables de mejillas ni de política.
El rollo de la otra mejilla siempre he estado convencido de que crea una dinámica de sadomasoquismo fatal. Y la política me da migraña.

¿Acaso no te has enterado de la gracia de Don Rigoletto en el post del viernes del blog de J.C. donde ha dejado transcritos textos góticos míos antiguos donde ponía de vuelta y media a Prisa? Todo un bonito detalle... Pero es que yo también he puesto de vuelta y media a Pedro J., Aznar, Rajoy, Acebes, a toda la cúpula del PP... O sea que no me hables de política porque por todos los lados los tengo heridos y me quieren dar. Soy de imposible adaptación a ninguna orilla, así que se acabó, que la rueda siga girando sin mí. Con un curso de discursos y trifulcas he tenido bastante. Ya no me convence, no me enriquece, estoy desengañado...

Lola -

Hoy quiero darte las gracias. A ti y a todos los que arriesgan su vida por defendernos. A los que os adentráis en la maldad y sois capaces de regresar.
Gracias.

Te he puesto la otra mejilla esta mañana. Me podías haber dado todo lo fuerte que quisieras.

Cardenal Amigo -

Pues vaya con el sobrinito de marras...