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Conmoción en el mundo de la cultura catalana

LA EX DIRECTORA DE LA BIBLIOTECA NACIONAL ROSA REGÁS ES DESCUBIERTA EN SU CAMA CON LA ESTATUA DE MENÉNDEZ PIDAL

Fuentes policiales creeen que esta relación permanecía en secreto desde hace ya dos años

Gran éxito policial de la operación "Salvad a don Ramón"

 

(Agencia Ele.) Tras varios meses de exhaustivas investigaciones, llevadas a cabo siempre desde la más estricta reserva, nuestras Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado por fin han podido dar con el paradero de la auténtica estatua del historiador y filólogo español Menéndez Pidal. Este lugar donde se encontraba esta auténtica estatua del eximio intelectual e historiador no ha sido otro que la residencia en Barcelona de la citada escritora catalana.  Más en concreto en la cama de su alcoba y en su compañía, según han declarado los testigos policiales que llevaron a cabo el registro, quienes comentaron también que en el momento de ser descubierta la autora de este hurto contra el Patrimonio Nacional y de más de una docena de libros de ensayos y de novelas,  presentaba todas las evidencias de  estar inmersa en una tórrida escena de sexo muy explícito con el monumento, lo que sin duda  pondrá a la escritora Premio Planeta de 1999 en una situación muy comprometida, tanto a efectos políticos y judiciales como con la propia familia y descendientes del personaje histórico interesado, o afectado, por mejor decir. Según estas mismas fuentes policiales las investigaciones se iniciaron tras una denuncia de un usuario de la Biblioteca, quien de forma fortuita al pretender encender una cerilla para su cigarrillo en la que creía, como todo el resto de los ciudadanos,  que era  la estatua de Menéndez Pidal de toda la vida y que fue presuntamente desalojada por la propia ex directora tiempo atrás en los jardines de la Biblioteca, se encontró con la sorpresa de que su fósforo no podía encenderse porque el material de las estatua era de plástico.

Parece ser que una de las primeras pesquisas que realizó la Policía tuvo como objeto intentar descifrar el mensaje críptico que pudiera encerrar la extraña respuesta que la Sra. Regás dio en una entrevista on line para el periódico El País en abril de 2006. Estas palabras por lo visto fueron en su textualidad "no pienso retirar la estatua... Simplemente voy a cambiarla de lugar y creo que el nuevo lugar es más importante que el anterior." Ante la evidencia de que en ningún caso podría considerarse para dicha estatua la intemperie de un pequeño jardín amurallado como "un lugar más importante" que la del vestíbulo de un egregio y monumental edificio centenario para cuyo interior  fue creada, la Policía siguió esta pista por si podrían contener estas palabras de la escritora algún doble sentido,  mensaje subliminal u oculto o lapsus delinqui. Puestos al corriente los peritos forenses sobre el caso hicieron éstos un estudio sobre la personalidad de la  entonces directora de la B.N., haciendo especial hincapié en su carácter megalómano, que ya es de muy dominio público, al haberse creído siempre la ex directora la musa principal, durante todo el último medio siglo, de la cultura y la política catalanas, y por extensión de la española y la mayor parte de todo el continente sudamericano.  En otras palabras, los psiquiatras forenses en ningún momento de la investigación descartaron que fuese la propia directora de la más alta institución bibliotecaria de nuestro  país la autora del cambiazo de la auténtica estatua del ilustre historiador por una fabricada con desechos de materiales plásticos, seguramente en un taller clandestino de inmigrantes ilegales chinos en un polígono industrial de la capital madrileña. Atados y bien atados todos los cabos, tanto los referidos a sus declaraciones epatantes y sin sentido como al rastro inextinguible que dejaba por donde pasare  su megalomanía compulsiva, se encendieron sin remedio todas las alarmas sobre la alta funcionaria y las sospechas sobre su autoría se cernían cada vez de forma más certera,  funesta y amarga. Confirmados todos los nuevos datos que arrojaban las investigaciones, tanto el ministerio de Interior como el ministerio de Cultura dieron estricta orden a las Fuerzas de Seguridad para que se obrase con el máximo secreto y cautela. 

Según avanzaban las investigaciones parecía que cada vez se confirmaban más los indicios que apuntaban a que la Sra. Regás ya venía teniendo una tormentosa relación de amor/odio con la figura del eminente historiador español desde su muy aburguesada y alocada adolescencia, que vivió en su mayor parte  internada en los más refinados y prestigiosos colegios suizos y catalanes, entre chocolatinas, relojes de cuco, catecismos y butifarras. Pero fue una vez ya septuagenaria y nombrada directora de la Biblioteca Nacional, cuando sintó despertarse con inusitada ferocidad muy dentro de  su ser sus pasiones más recónditas y adormecidas, auspiciadas ahora por una tumultuosa erótica del poder que le confería su nuevo y flamante cargo y que expoleaba sus impulsos sexuales más pedrestes y retroactivos. Fue una vez que accedió a tan alto y lucido cargo del ministerio  cuando decidió tomarse revancha con un pasado de frustración sensual  y de despiadados encierros monacales a qeu fue sometida en  carne viva y trémula de adolescente, cuando decidió que era ya tiempo de curarse antiguas heridas  mal cicatrizadas y resolver su pleito pendiente con el germen de su fracaso emocional y afectivo, o sea, con don Ramón, o Ramonito, como le susurraba en las estampas de sus libros y revistas que devoraba con insaciable voracidad afectiva y sensual en sus tristes horas de interna en colegios feos, tristes y sentimentales de la multinacional católica.  "Ramonito, Ramonito, mi españolito querido, ¿por qué me quieres más a mí, por pecosa, por burguesita  o por catalana? Ji, ji, ji..." Y así fueron pasando los años para la escritora catalana, entre negocios editoriales, viajes planetarios, revoluciones mega pijas, estiradas remuneraciones  de la ONU y otras  orfebrerías exquisitas del alma. Hasta que ya en su nuevo cargo de septuagenaria terrible y bárbara, fue consciente de que sólo le quedaba por sacarse una pequeña espinita del alma, de su corazón tierno de amapola adolescente que aún le palpitaba desde lo más profundo y sentido de su biografía. Y no iba a reparar en gastos, y aun menos en riesgos y peligros,  para salirse con la suya, aunque tuviera que raptar, o ejercer, desde la atalaya de su altivo y nuevo puesto funcionarial, el derecho de pernada sobre las estatuas de nuestro  Patrimonio. El amor es ciego, pero en ocasiones tiene mucho ojo para saber donde pone su mano muy larga. 

Mucho se escribió en fechas pasadas y no muy lejanas sobre si sus decisiones de poner la estatua de don Ramón de "patitas en la calle" por parte de la directora tenía como causa principal si consideraría al eximio historiador español un misógino empedernido o sólo un pésimo y tendencioso filólogo, de quien no le convencían nada, antes bien la sublebaban y enervaban, sus tesis sobre la evolución de las lenguas española y catalana. Pero lo que entonces nadie sospechaba, y menos que nadie su propia pareja o marido, es que toda su parafernalia y trajín de polémicas políticas y culturales,  eran sólo meros subterfugios y escaparates diseñados ex profeso para estimularse con su impudicia escénica y otorgar un carácter más clandestino y excitante a las pasiones escabrosas e inconfesables con que se entregaba a la estatua de nuestro eximio historiador y filólogo, relación que por su carácter e impronta proscrita y delictiva la ayudaba a permanecer en un perenne éxtasis o embriaguez de primera juventud revolucionaria, una etapa tan impregnada de nostalgias  como inexistente del todo por la escritora. ¿O tal vez sería más correcto hablar de éxtasis y embriagueces de penúltima adolescencia? Ay, Rosa, Rosae, Rosam, Rosas... ¿Alguna vez acabará por conjugarse tu inmortal y peregina alma...?

Pero el caso dio un definitivo avance cuando los peritos tuvieron conocimiento de la disfunción eréctil de la pareja o marido de la escritora. Entonces sí que no sólo se encendieron  todas las alarmas en la investigación que dejaban a doña Rosa con otro posible móvil del delito al aire, sino que su fulgor monocromo y preclaro de estas alarmas parecía conducir al desenlace del caso cual Faro de Alenjandría que anuncia un horizonte cada vez más inminente y cercano. En este sentido  declaró también uno de los peritos que "si el carácter pétreo y viril de cualquier estatua de por sí es en la práctica ya muy excitante para cualquier hembra de sexualidad sana, imagínense en el caso de la detenida, al corresponderse  el monumento por ella raptado con la representación del objeto de sus pasiones más obsesivas y libidinosas vividas con el más incandescente fuego de su sangre y de su imaginación en un lejano y feraz pasado adolescente. No sólo se puede considerar, dadas las peculiaridades del caso, que la autora del robo ha obrado dominada bajo un transtorno mental transitorio bastante lógico y normal, sino que me atrevería a decir, incluso, que muy saludable, aparte de los desórdenes o estropicios que haya podico causar,  por supuesto, a nuestro Patrimonio Nacional y en este caso concreto también a la familia y descendientes del ilustre finado", fueron las palabras de uno de los tres psiquiatras forenses que acudieron a la rueda de prensa. Los otros dos peritos hicieron durante estas declaraciones de su colega ostensibles muestras y gestos nerviosos de estar en algún momento muy a favor con las apreciaciones que emitía su compañero,  pero en otros instantes de su intervención parecian los dos estar  en absoluto desacuerdo con la misma.   

Por otra parte UN HOGAR EN LOS ABISMOS  ha tratado de ponerse en contacto con los familiares y descendientes de don Ramón Menéndez Pidal, pero éstos no han querido hacer ningún comentario. Sin embargo de personas muy cercanas y allegadas a la familia este periódico ha podido recabar que ésta se encuentra muy apesadumbrada por estos tristes y macabros hechos y que todo apunta a que  emprenderá acciones legales contra la ex directora por una serie de presuntos delitos contra la intimidad, honorablidad y buen nombre de las personas, sin que se descarte que en estos mismos momentos sus abogados tengan entre manos otras demandas y denuncias por delitos contra la libertad sexual de los personajes públicos ya fallecidos. Circunstancia esta última, la de no estar la víctima viva y de cuerpo presente para defender su memoria y tampoco poder soslayar sus agresiones recibidas, parece ser, según nos han confirmado algunos abogados especialistas a nuestro periódico,  podría constituir una agravante del orden de 15 o 20 años más de cárcel para la detenida si la condena por este delito se produjese por sentencia firme.    

Otra circunstancia que ha resultado extraña y curiosa en extremo sobre el desarrollo de la detención de la escritora catalana, aunque hasta el momento no ha sido confirmado por fuentes oficiales, es que uno de los números de la Policía que intervinieron en la operación "Salvad a don Ramón" ha sido ingresado en una clínica hospitalaria y está siendo sometido en estos momentos a una evaluación psicilógica. Miembros de la Policía en declaraciones oficiosas, aun sin confirmar, insistimos,  de modo oficial, han declarado a UN HOGAR EN LOS ABISMOS que su compañero ingresado asegura que, en el traslado de la estatua a su lugar correspondiente en la B.N., ha oído murmurar a aquélla varias veces "Regás, qué buena estás", algo que todos sus compañeros en la operación policial coinciden en afirmar que en ningún momento se ha producido. En este sentido también  el jefe de la operación, J.F.K., ha desmentido de forma categórica este extremo, ya que se inclinaba mucho más por la posibilidad de que si algo hubiera proferido la estatua sería más en la línea, por ejemplo, de "Regás, destituida estás" o "Regás, detenida estás", porque según sus propias palabras "lo otro, y aun tratándose de una estatua, no tendría ningún sentido, que ese tipo de cosas como "Regás, qué buena estás" se las dirían a doña Rosa sus compañeros de farra y revoluciones alto-burguesas  en sus lejanos tiempos de juventud por las barcelonetas, pero, sobre todo, dicho comentario no concuerda nada con el aspecto medroso y nervioso que presentaba la estatua de don Ramón después de un secuestro tan largo y ajetreado, por lo que considero dicha versión de los hechos inverosímil de toda inverosimilitud, y es más, como jefe de operaciones de este equipo policial pienso tomar medidas disciplinarias contra el miembro que ha vertido a la opinión pública semejante despropósito, que no puede sino considerarse como un acto de oprobio y escarnio contra la memoria de nuestro historiador insigne."   

UN HOGAR EN LOS ABISMOS ha intentado recabar algunas declaraciones de la Generalitat catalana sobre el suceso, pero parece permanecer inquebrantable la consigna entre todas las autoridades gubernamentales de que no tienen comentarios que hacer hasta que no esté confirmada y contrastada la  medida y transcendencia reales de los hechos, momento en el que el Govern de la Generalitat emitirá una nota oficial.

En lo que respecta al presidente de la Nación, éste ha declarado que "el suceso no es en absoluto materia de su competencia, ya que si una nación es un concepto discutido y discutible, aun lo será más si reducimos el ámbito de ésta a una simple biblioteca, por mucho que lleve el término "nacional" como calificativo o sobrenombre, porque España la componen muchas regiones, naciones y nacionalidades, todas ellas con raigambre democrática y europea, al menos hasta la fecha."  La vicepresidenta emitió a continuación un tenue, prolongado y muy hondo resoplido, con mucha resonancia bronquial y somática. "Fue un sonido traqueal y faringítico muy bien modulado y con una cadencia casi poética, casi milagrosa, como si le saliera de lo más profundo del alma, y sobre todo teniendo en cuenta la materia tan terrible y lo escabroso del asunto que allí a todos nos había reunido", nos comentó un compañero de una empresa de comunicación amiga. Por lo visto se produjo después del aserto fónico de la vicepresidenta más de un amago de aplauso por parte de algunos periodistas que allí se encontraban, pero fueron reprimidos e interrumpidos a tiempo por otros colegas que estaban mçás peocupados por concederle unos mínimos de credibilidad informativa al acto. Se produjeron algunos roces, pero al final se consiguió un acuerdo generalizado entre la mayoría de los profesionales presentes, quienes acabaron por concluir que "no hablaba muy bien de la discreción y el celo periodísticos el celebrar una intervención política con aplausos, o hip hip hurras, cuando ni siquiera su supuesto emisor  ha llegado a articular una sola palabra."  Resuelto el breve contencioso, y ya muy amenguados todos los desencuentros y disputas, se precipitó  hacia donde permanecía expectante  la vicepresidenta segunda del Gobierno su público periodístico más entregado, "haciendo uso y disfrute plenos de su libre y democrático derecho a expresar de propia voz lo que algunos compañeros no nos dejaron expresar con el calor de nuestros corazones y el restallar dialogante de las palmas de nuestras manos," comentó un portavoz de este grupo de periodistas. Poco después se arremolinó alrededor de la vicepresidenta  ya todos los profesionales presentes en una atmósfera muy solícita y animosa, sin reprimir ninguna muestra de satisfacción por el gran oficio, pragmatismo y objetividad con que se había desarrollado  el acto. Sólo rompió aquella armoniosa y aquiescente unanimidad un compañero rezagado que se quedó junto a un telefonillo de Palacio para preguntar por el presidente, que se había despidido de todos hacía apenas un cuarto de hora, por si "caía" un breve saludo de ánimo o una pequeña exclusiva, pero sus aúlicos ayudantes le dijeron que el presidente ya no estaba para nada ni nadie, aunque se encontraba muy bien,  de hecho en esos momentos ya se encontraba en la cama.  

UN HOGAR EN LOS ABISMOS  no paró de hacer intentos durante toda la tarde-noche de ayer para conseguir alguna información sobre cómo transcurrían estas primeras horas entre los miembros más señeros del Govern de la Generalitat, e, incluso, varios reporteros nuestros mantuvieron guardia a las puertas del domicilio particular de Carod-Rovira, pero no fue posible siquiera ver un momento en persona al citado político. Sin embargo todos los vecinos de la calle y del inmueble coincidían en que se encontraba dentro de su domicilio, pero aconsejaban a la vez a nuestros compañeros que se olvidaran de toda esperanza sobre la posibilidad de conseguir del celebérrimo político político declaración alguna. "Éste debe andar ahora muy ajetreado intentando hacer desaparecer alguna de sus estatuas. No me estrañaría nada tal como anda el patio... Si la otra se lo hacía con la estatua del Sr. Pidal, de este  fulano mejor ni le digo, que hace ya más de un año de lo del robo de la de Primo de Rivera, y aquí parece que ya nadie se acuerda."

Para UN HOGAR EN LOS ABISMOS, 

Lonely Flipidor     

  

13 comentarios

Gatopardo -

Supongo que el chiste ha de estar en confundir a don Marcelino Menéndez Pelayo, que es a quien está dedicada la estatua, con don Ramón Menéndez Pidal; pero eso ya lo han hecho varios periodistas campanudos de la prensa seria...

Lola -

Hoy me ha hecho más gracia tu comentario. Ya te voy entendiendo, pero dale una vueltita azoriniana más a tu estilo, que ya ves que hay quien sigue sin entenderte.Lo digo sin acritud, como Felipe. Y no te enfades tanto.

Anónimo -

Hola, no pienso tratarte de usted, lo siento. Ya te he dicho que no soy culta, y soy bastante naif. Las palabras que busqué eran azacanear (muy bonita, por cierto), y ucronía, que también me gustó mucho. Tampoco sabía que existiese dilecto.
¿Sabes? Me da mucho corte haber protagonizado una agarrada en un foro como ese. Y para serte sincera, por la noche pensé que aprovechas que lo lee mucha gente para darte a conocer. Leí los días anteriores tus comentarios. Algo de "Cataluña está empaletada", y algo de yonquis con geringuillas en los huevos, y me resultó desagradable (disgusting, en la lengua de tu seudónimo), y sobre todo, que no era un lugar apropiado para soltarlos.
Ya te han dicho en el blog de Juan Cruz que no te entienden, y es que deberías planterarte no esconderte de esa manera detrás de las palabras. No me asusto con ninguna metáfora, me asusto más con la realidad, y con los sentimientos que no son nobles. La literatura feísta (no sé si existe, pero la tuya lo es) no me reconforta, y normalmente acudo a la lectura para sentirme bien, y eso me ocurre leyendo por ejemplo Oliver Twist o Robinson Crusoe (mira si soy infantil, por eso me gusta que me tuteen). Mi marido me recomendó hace años "American Psyco", y yo no quiero ni oir hablar de eso. Ni siquiera me gusta Lovecraft, ni Hogdson, y él piensa que son de lo mejor.
Bueno,a lo mejor sí soy asustadiza.
En fin, ya me he desahogado por hoy.No me contestes en el blog de Juan Cruz, que me da mucha vergüenza, aunque no me vea nadie. Lo del periodismo 2.0 es como ir al fútbol y gritar hijoputaaaa! desde la grada, que nadie sabe quién ha sido, pero eso tampoco me gusta ni un pelo. Chao.

Lonely Flipdor -

"...Ha ido a consultar" es con hache, claro.

Aprovecho este post para invitarla también a que no tenga demasiados prejuicios con las supuestas "malas leches." A los japoneses, por ejemplo, el queso, cualquier clase de queso, y fíjese Ud. que hay muchísimas, les parece asqueroso, leche podrida, en concreto. Y del queso agusanado de los franceses, ya ni le cuento. A mí mismo me parece semen fermentado del diablo. Bueno... No se asuste demasiado tampoco con mis metáforas. Sólo pretendo impresionarla.

Lonely Flipidor -

Lola,
ante todo muchas gracias por su visita.
Antes de contestarle aquí lo he hecho donde Juan Cruz. Creo que, en cierta forma, Ud. me ha ayudado con su pregunta o llamada de atención, aunque no lo haya pretendido. Creo también haberle expuesto con sincera claridad allí cuál es el verdadero contexto, circunstancias e intención de mi crónica.
Aquí le añado además, y por adelantado, que cualquier "alusión a la vida sexual" que haga sobre cualquier personaje de mis ficciones no incurrirá jamás en ninguna deferencia o discriminación por razón de sexo. La invito a que se evite tomar cualquier molestia preventiva en este sentido. Pero, por supuesto, si fuere el caso que Ud. leyera alguna de mis futuras historias y tuviese o quisiese hacerme algún tipo de comentario o crítica al respecto, hágala, por favor, con plena libertad, y como si estuviera en su casa, que por lo demás, será lo más probable, que esté Ud. en su casa, digo.
La dichosa expresión de "zona nacional" refiriéndose al Madrid de los años 70 me dejó muy descolocado. Pero ya he dicho allí que no volveré a abrir la boca sin leer antes el libro.
Un cordial saludo.
Pd.: Si una de las palabras que a ido a consultar al diccionario es "mindundicia", supongo que no la habrá encontrado. Me la inventé sobre la marcha. Me imaginé que así se llamaría, si tuviera nombre, la cualidad de los mindundis.

Mucha salud también para Ud.

Lola Rivera -

Permíteme que te tutee, Lonely. al leer tu comentario me ha parecido violento. También me parece violento tu texto de Rosa y la estatua. Como se te ve ducho en esto de la escritura, he supuesto que tal vez fueras un periodista resentido porque le hubieran despedido de El País, y que tu agresividad respondiera a una necesidad de venganza.
No soy culta, pero trataba de gozar de la cultura, y las intervenciones de estos días atacando a Juan Cruz me estaban molestando, así como me irrita cuando para despreciar a una mujer se alude a su vida sexual.
Si no conoces de nada a Juan Cruz, tienes bastante mala leche, y la mala leche me asusta. Lo de los abismos me suena infernal.
Voy a buscar un par de palabras de tu texto en el diccionario que no conocía. Salud.

Marian -

No, no, no… yo jamás sufro desengaños, es una de mis mayores desgracias, que no hay como un buen desengaño para justificarse y justificar cualquier desmoronamiento espiritual, parnásico o meramente visceral. Normalmente caigo en la perplejidad del que nunca acaba de aprender, ya por falta de empeño, ya por incapacidad o impaciencia.

Y no, no, no… tengo auténticas remesas de fé acumulada, que no sé en que empeñar, por falta de uso, a lo largo de mis perplejidades. (De la vista, regular… no viene a cuento engañarse).

Pero una vez esperanzada en la posible utilidad de mi visita a este hogar, me obligo a retomar la dedicación que cualquier aprendizaje requiere. Quiero creer y por tanto creeré. Ponga usted mi mano virtual sobre su llaga. Necesito urgentemente una taxonomía espectral, antes de caer, y ya para siempre, en la sima del abandono. Más por tedio que por ineptitud, quiero pensar.

P.s. Odio el enigma a resolver para la entrada y exposición de lo que se escribe. No solo me hace sentir absolutamente imbécil, algo que me desazona, sino que ¡no admite opciones!. Vale como ejercicio de humildad. Así lo acepto.

Lonely Flipidor -

Thank you very much, Donís.

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Sres lectores:
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Una vez en la nueva página es indispensable que respondan antes de pulsar Publicar a la pregunta 2+2. Si no conoce la respuesta correcta lo sentimos, pero no tendrá acceso a la zona de comentarios. Un hogar en los abismos es un club de muy elevado nivel cultural y no menos selecto.
No se desamine y siga cultivándose.

Gracias.

Lonely Flipidor de Un hogar en los abismos

José Donís Català -

Sres. de la redacción de Un Hogar en los Abismos:
¡Siempre lo sospeché! No es que uno sea más listo, ni siquiera se trata de mejores fuentes: lo sabía, era pura intuición.
Esta pobre alma cándida que se declina en latín no podía resistirse mucho tiempo al arrollador empuje de don Ramón (¡menudo es!). Aquello de "La lengua de Cristóbal Colón" me resultó sospechoso... ¿Provocación? ¿Crispación? ¿Cristobalción? Pero luego, sin ambajes, sus pérfidas intenciones quedadon desveladas: ¡"Los españoles en la literatura"! ¡Dios mío! Un ataque en toda regla a la pluralidad cultural, un insulto al hecho diferencial. Ella, cual capullo apenas floreciente, no podía imaginarlo, pero el asalto final estaba listo: "Poesía árabe y poesía europea"... Oh, dioses del talante; oh, sagrado dogma del relativismo... Los cielos laicos tenían por fin sus Escrituras y un Señor tonante descendía al mundo para desflorar aquella virgen temerosa que, como otras grandes heroínas (Clara Campomanes, sin ir más lejos...) afrontó el desvirgamiento para engendrar un mesías que -mundo cruel- acabaría despidiéndola de mala manera.
Por burra, inepta y derrochadora... C´est la vie de l´artiste!

Cardenal Amigo -

Compañeros lectores/as, creo que el barroco del blogger, francamente muy expeditivo y tecnócrata, nos ha dejado a todos sin palabras.
Cómo flipo con este don Flipando o como se llame. Flipidor, creo.
Un saludo.
Y cuidado con los abismos, que hace mucha corriente.

Lonely Flipidor -

Así que chafada total... Vaya, vaya... Parece que algún desengaño de índole espiritual y parnásica le ha ocasionado el realismo descarnado, y petrificado, debería decir, de mi crónica. Pues ya le informo, ahora que no nos lee nadie, que tengo mucha tecla para las historias de espectros, fantasmogénesis, transmutaciones y otras gangas y ofertas de lo sobrenatural y eterno. Pero claro, yo la entiendo, para Ud. todo esto es sólo una cuestión de fe, y de eso no venden ni en el Corte Inglés. En mi caso sólo es cuestión de no ser demasiado corto de vista, colega, porque espectros haberlos haylos, y verlos también se pueden veylos. Créame, mujer de poca fe.

Marian -

Queda sin sentido mi anterior comentario, producto de la impaciente espera de una crónica que parecía, mejor, se decía, inacabada. Ya está completa. Y manifiesto mi sospecha: ¿Está usted seguro de que sus fuentes son fidelignas?.

Trabajo me cuesta creer, si no fuera porque la verdad suele siempre imitar a la imaginación, en la eficacia de la policía en asunto tan intrigante y escabroso y más aún con la colaboración en la pesquisa de los psicólogos. O algo ha cambiado y me estoy quedando en las afueras…

Sucede que, si cierto, este affaire me reafirma en mis sospechas de la no existencia del más allá, nunca fehacientemente confirmadas. Porque si existiera se debe concluir que sus puertas, en contra de algunas quizás interesadas revelaciones, están cerradas a cualquier espiritual veleidad y se debe aceptar que las almas de nuestros difuntos no nos sobrevuelan en esa dimensión, que viene a ser la sexta por lo menos, en connivencia con las nuestras aún sujetas a la carne. Imposible. El señor Menéndez Pidal se hubiera manifestado…

No ya por haberle sido expropiado su lugar de definitivo reposo mundano, no ya por profanar su pétrea efigie haciendo remedo de ella con asiáticos plásticos… no. Es peor. Son los arrebatos inconfesos de doña Rosa (¡quién iba a imaginar cuan débil es la carne de espíritu tan exquisito!). Que una cosa es que a D. Ramón, su fervorosa dedicación a la investigación histórico- lingüística lo tuviera apartado de algunos frívolos placeres, o eso cuentan, y otra cosa es la indefensión ante el acoso y derribo…

Perplejidad, rubor… no sé ni lo que siento. Chafada total.

Marian -

En ascuas...